Una nueva adaptación del icónico videojuego de Capcom: Devil May Cry ha llegado a la plataforma de Netflix de la mano del mismo creador de la serie de Castlevania. Adi Shankar, showrunner conocido por dar vida a las primeras temporadas de la serie de los vampiros, nos trae esta nueva reinvención colorida del clásico cazador de demonios adaptado a las nuevas generaciones.
No obstante, en su afán por querer atraer un público mucho más amplio, los guionistas optaron por realizar una historia que bien podría considerarse como precuela de los juegos ya existentes. Solo que, añadiendo algunos cuantos cambios que en parte contradicen el lore ya preestablecido de la saga. Cosa que le termina jugando en contra y por momentos pareciera que se trata de un producto ajeno a su propia franquicia.
Esos cambios, aunados al hecho de que varios de los episodios se centran en los personajes secundarios más que en su protagonista; nos entregan un producto con una historia muy simple y efectiva, que por momentos funciona e inclusive logra captar la esencia misma de la saga, pero también que comete varios tropiezos al dejar de lado la historia de origen de su protagonista por centrarse en otras cuestiones.
Así que en esta reseña exploraremos cuáles fueron esos relativos tropiezos que afectan a esta nueva adaptación, así como también conoceremos cuáles fueron los cambios implementados en la historia que no terminan por convencer a los fans más acérrimos de la saga. Prepárate a matar demonios junto a Dante y compañía… ¡Jackpot!
Recuerda que puedes ver los ocho episodios de Devil May Cry en la plataforma de Netflix en su idioma original junto con sus respectivos doblajes.
Historia — Una premisa simple y efectiva
Devil May Cry de Netflix es una serie de formato anime occidentalizado con ocho episodios de duración. La historia nos cuenta los orígenes de Dante, un famoso cazademonios que posee sangre híbrida de humano y también de demonio, puesto que es el hijo de un legendario demonio conocido como Sparda.
La premisa de la serie inicia cuando un misterioso enemigo con máscara de conejo irrumpe en el Vaticano y roba la legendaria espada del padre de Dante. Una vez ocurrido el robo, una organización secreta de cazademonios del gobierno se pone en contacto con Dante con la esperanza de que este les ayude a evitar el plan maestro del conejo; el cual consistirá en abrir una puerta que conecte la tierra con el infierno y dejar que los demonios salgan de él.
Y para lograr este cometido, será necesaria la utilización de un amuleto partido a la mitad que funciona como llave para abrir dicha entrada. Este amuleto en el pasado pertenecía a Sparda, pero se lo heredó a sus dos hijos gemelos entregándoles la mitad a cada uno. Ahora Dante y compañía tendrán que encontrar la otra mitad del amuleto, la cual pertenecía a su hermano gemelo fallecido Vergil para así evitar a toda costa que el enemigo se haga con el poder de ambas mitades. Sin embargo, mientras más avance la misión, oscuros secretos del pasado de Dante irán saliendo a la luz.
Personajes — Cuando el protagonista es desplazado
Al igual que en la saga de videojuegos, el protagonista de esta serie es Dante, el famoso cazador de demonios. A quien los guionistas de esta nueva adaptación de Netflix decidieron rejuvenecer y presentar su historia de origen, justo como ocurre en Devil May Cry 3. En esta serie, Dante es un joven despreocupado que caza demonios para pagar la renta de su apartamento. Algo que hasta cierto punto se apega al canon de los videojuegos.
Y precisamente por esto mismo, uno esperaría que al ser Dante el protagonista de la saga de videojuegos, lo sería también dentro de su propia serie. Cosa que más o menos ocurre, solo que los guionistas hicieron de las suyas y, a pesar de que la serie prometía contar la historia de los orígenes del famoso cazademonios, este se ve desplazado por las historias de los demás personajes.
Mary Arkham, alias Lady en los juegos, es la coprotagonista de la serie, y al igual que con Dante también conoceremos su historia de origen, la cuál nos será mostrada mediante flashbacks. Al ser la líder del grupo de anti demonios conocido como Darkcom, que fue contratado por el gobierno para recuperar ambas gemas, eventualmente tendrá que cruzar camino con el protagonista, justo como ocurre en los juegos. Sin embargo, a los guionistas les pareció mejor centrarse en la trama de este personaje que del mismísimo Dante.
Esto no sería un problema grave o algo que se debería de comentar, si no fuera porque a partir del tercer capítulo, la trama de Dante pasa a segundo plano y es Lady quien ocupa más tiempo en pantalla. Y si bien el personaje es interesante, carece del gran carisma que caracteriza al cazademonios, pareciendo más un estereotipo andante de la típica Mary Sue, que un personaje femenino cautivador.
Por otra parte, el villano de esta historia es el conejo blanco, quien al principio de la misma se nos presenta como el villano genérico que quiere destruir la tierra, pero que con el pasar de los capítulos sus motivaciones van saliendo a la luz. Estas motivaciones encajan en su mayor parte con el personaje.
Animación y banda sonora — No tan sobresaliente como debería
Los encargados de animar esta adaptación, no han sido otros más que Studio Mir, famoso estudio surcoreano quien en el pasado ha sido reconocido por animar series como La leyenda de Korra, Voltron: Legendary defender y Dota: Dragon’s blood. Su estilo de animación es parecido al de un anime oriental en 2D, caracterizado por secuencias de acción fluidas y detalladas. Las escenas de combate también son un deleite visual, en especial por la animación tan dinámica que poseen.
Desafortunadamente, hay algunos detalles que le juegan en contra, como lo puede ser la paleta de colores, la cual es más cálida y colorida para este tipo de historia; en especial cuando se le compara con los juegos donde se maneja una estética más gótica y sombría. Además, en momentos puntuales se opta por utilizar animación en CGI, que no se ve del todo pulida y desentona con los demás elementos en 2D, creando así ciertos desfaces evidentes que descolocan un poco al espectador.
En cuanto a la banda sonora, esta homenajea a la saga de videojuegos haciendo uso de canciones de bandas famosas de Nu Metal, que le añaden ese toque de adrenalina a las secuencias de acción. El opening es interpretado por Limp Bizkit con su canción Rollin, así como otros clásicos dosmileros como Last Resort de Papa Roach; y también, la sorpresa de una nueva canción de la banda Evanescence titulada Afterlife, la cual fue compuesta para la serie y utilizada en uno de los episodios más emotivos. Aunque, cabe decir que no todas las canciones encajan con lo mostrado en pantalla.
Edición y Ritmo — Apresurado y repleto de sobreexposición
El problema de esta nueva adaptación radica en el hecho de que aparte de no seguir el canon de los juegos, y desplazar a su protagonista, también la historia es demasiado sencilla y hasta cierto punto olvidable. Toda la serie se puede resumir en una sola misión con ritmo frenético, donde apenas y hay respiros para el espectador. Todo es una explosión de adrenalina y peleas que apenas y se tiene tiempo para desarrollar a los personajes.
Este ritmo apresurado quedaría perfecto para una película, pero en el caso de una serie, no queda bien del todo. Y más cuando los personajes secundarios son los que se encargan de soltar datos del lore de los juegos al espectador de una manera un tanto forzada. Como la historia tiene que avanzar y seguir con el mismo ritmo frenético, los momentos de reflexión y desarrollo de las interacciones entre los protagonistas quedan atropellados. Apenas y recibimos una pincelada del trasfondo de Dante.
No obstante, el sexto capítulo es la excepción, ya que se centra en explicar a detalle y sin diálogo el pasado de varios personajes, entregando así una capa de emotividad que le sienta demasiado bien a la serie. Gracias a este episodio, las motivaciones e intereses que giran en torno a todos los bandos quedan completamente definidas; logrando así que el clímax de la historia se sienta más personal y los protagonistas den todo de sí.
Lamentablemente, el último episodio si bien cierra la trama que engloba gran parte de la serie, también hace de las suyas dejando al espectador en un gran cliffhanger que es seguro que continuará en una segunda temporada. Y precisamente por eso, cuando uno reflexiona el visionado de esta nueva adaptación de manera general, tienen más peso los momentos entretenidos y emotivos, que todos los cambios y malas decisiones que tomaron los guionistas.
Si bien hay cosas que no se le pueden perdonar, en especial las que contradicen el canon de los juegos, también hay otros añadidos interesantes que mejoran con creces la historia. Eso sí, el más grande error que cometieron los guionistas en mi opinión fue centrar más la trama en el personaje de Mary que en el mismo Dante. Lo cual le jugó mucho en contra, y por eso esta nueva adaptación deja una sensación un tanto desabrida en los fans.
Esperemos que con la confirmación de la segunda temporada, Netflix se ponga las pilas y nos entregue algo más apegado al canon de los juegos, que pueda satisfacer tanto a fans como espectadores casuales por igual. Y también, con más tiempo en pantalla para Dante quien es la esencia de todo Devil May Cry.
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